La educación por el arte enseña valores como el respeto, apertura y tolerancia ante la diversidad cultural.
Por Igor Antonissen. 11 marzo, 2024. Publicado en Diario El Peruano 9 de marzo del 2024En la educación peruana, a las artes aún no se les concede la importancia que realmente tienen en la formación integral de los alumnos; tampoco son debidamente valorizadas por las pruebas de rendimiento escolar internacionales. Sin embargo, las artes pueden convertirse en un verdadero objeto y metodología para el aprendizaje transversal de niños, jóvenes e incluso adultos.
Trabajar la forma y el color, el cuerpo, el sonido, entre otros aspectos, ayuda a desarrollar o a despertar diversas habilidades y aproximarse al conocimiento de la realidad. Además, integrar las artes en las materias tradicionales de la enseñanza puede enriquecer la educación significativamente y, sobre todo, aportar al desarrollo integral de los alumnos y potencializar sus habilidades blandas.
En el currículo escolar se consideran algunas de las expresiones artísticas, como las artes plásticas, el teatro, la danza, la música, en mayor o menor grado. Pero, lamentablemente, son ofrecidas como materias independientes o no se aprovechan en los cursos tradicionales como los de matemática, comunicación, ciencias, entre otros.
Si se incluyeran las artes en dichas asignaturas, aportarían al enriquecimiento de la experiencia de estudio, de manera transversal, y a la preparación de los estudiantes para asumir con éxito su vida después de la etapa escolar y estudiantil, en general.
La educación artística, que tiene como principal objetivo producir arte, fomenta la autoexpresión, la creatividad, la fantasía y la imaginación bien canalizadas. Puede generar confianza en el alumno, así como un sentido de identidad individual. También contribuye al bienestar emocional, mejora la salud y la felicidad, y hasta da esperanza en momentos difíciles, ya que para muchos estudiantes la práctica del arte es como una salida para las presiones del estudio o de la vida cotidiana, al momento de expresar sus ideas, pensamientos y emociones.
Las artes también ayudan a estimular la curiosidad, a mejorar la concentración y aumentar el pensamiento crítico y la capacidad de interpretar el mundo que nos rodea. Aparte de las nuevas habilidades adquiridas, también permiten obtener nuevos conocimientos sobre diferentes formas de arte, medios, técnicas y estilos de hoy y del pasado.
Por tanto, importa la forma en que se enseñan las artes, pues se puede lograr que las interacciones de los estudiantes con el maestro pueden ser distintas e inclusivas, mejorando así los vínculos sociales, tomando como base sus intereses e ideas compartidas.
También está científicamente comprobado que la educación por el arte, o el uso de las artes en la enseñanza de las distintas materias escolares, aumenta significativamente la productividad de los estudiantes. Las escuelas que integran las artes en su plan de estudios muestran un mejor rendimiento en matemáticas, ciencia, tecnología y habilidades lingüísticas, entre otros aspectos. Sobre todo, porque resulta más fácil explicar algo a través de lo concreto del arte como mediador.
La integración de las artes en la educación también puede ayudar a desarrollar habilidades de trabajo que beneficiarán al estudiante en cualquier carrera que elija a futuro. Las personas líderes son aquellas que pueden pensar de manera creativa e innovadora al momento de resolver problemas. Estas son habilidades que los empleadores valoran junto con las calificaciones.
La participación en las artes también ayuda al desarrollo del trabajo independiente y colaborativo, y permiten mejorar la gestión del tiempo, enseñar la determinación, paciencia, dedicación y resiliencia en el esfuerzo, así como el orden y la disciplina, cualidades muy útiles para todo ámbito laboral o social.
Asimismo, la educación por el arte enseña, sobre todo, valores, tales como el respeto, la apertura y la tolerancia ante la diversidad cultural. Y, finalmente, puede ayudar a que cada uno de nosotros se convierta en una mejor persona, desarrollando la sensibilidad frente a distintas realidades y habituándose al buen gusto y a lo correcto. De este modo, entonces, el arte se convierte en un auténtico medio del desarrollo humano que debería estar incluido, cada día más, en cualquier contexto educativo.